Abraham González derroca a Bernabé Aráoz.
El 28 de agosto de 1821, una revuelta mandada por el oficial uruguayo Abraham González, derrocó a su antiguo jefe, el presidente de la República de Tucumán, coronel mayor Bernabé Aráoz, y lo reemplazó en el mando. Tiene interés la respectiva acta de la Corte Primera de Justicia (ex Cabildo), que se congregó presurosa el día 30, con asistencia del vecindario.
Expresa que se reunió “todo el pueblo, con motivo de la revolución verificada la noche anterior, por la cual ha quedado esta provincia sin Jefe, y la ciudad sin autoridad”. Se nombró primero un presidente de la asamblea, cargo que recayó en el doctor Domingo García.
Este propuso “que para evitar los males espantosos de una anarquía, y conservar el orden y la seguridad”, era preciso designar, por voto, una autoridad. Estando todos de acuerdo, se efectuó la votación. Y, dice el acta, “verificada en la forma más digna, resultó de mayor votación con exceso, para Gobernador Intendente, el Señor General don Abraham González, con las facultades y prerrogativas que a este empleo corresponden por las leyes”. Como se ve, ya no se hablaba (ni se hablaría más) de la “República” instalada por Aráoz en 1820. González debía convocar al pueblo para que, reunido, “nombre los vecinos que deberán ejercer los empleos concejiles, franqueándoles la autoridad soberana para que con ella puedan expedirse los negocios y materias de Estado”. González aceptó por cierto el cargo, y juró de inmediato. Permanecería al frente de la provincia hasta el 9 de enero de 1822, en que renunció. El día antes, había sido batido por las fuerzas del coronel Jerónimo Zelarayán.