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La gran vanidad de “Recuerdos de provincia”


Es sabido que el tucumano Juan Bautista Alberdi (1810-1884) y el sanjuanino Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888) se enzarzaron en una violenta polémica en 1852. Los textos de Alberdi se agruparon bajo el título “Cuatro cartas sobre la prensa y la política militante en la República Argentina”, y los de Sarmiento bajo el de “Las ciento y una”.

Hace notar Adolfo Prieto, que uno de los recursos más efectivos de Alberdi durante ese feroz intercambio, fue subrayar la notoria tendencia de Sarmiento “de ocuparse de sí mismo y de proponer su vida como materia de interés para sus lectores”.

Así, Alberdi le dijo que sus “Recuerdos de provincia” constituían “su biografía, no un libro de política. Historiándose a sí mismo, no ha podido aprender más de lo que usted sabe. Ese trabajo no es un servicio hecho a la república Argentina, y dudo que lo sea para usted mismo. Es el primer ejemplo que se ofrece en nuestro país, tan abundante en hombres notables, de un republicano que publica doscientas páginas y un árbol genealógico para referir su vida, la de todos los individuos de su parentela y hasta de sus criados”.

Agregaba: “San Martín no quería que se tomase su retrato. Rivadavia, Monteagudo, Paso, Alvear y cien héroes argentinos, están sin biografía, y la misma República, que es toda gloria y heroicidad, está sin historia. Varela dejó de sí unos pocos renglones biográficos, que no vieron la luz sino después de su muerte. Pero su biografía de usted no es un simple trabajo de vanidad, sino el medio muy usado y muy conocido en política de formar la candidatura de su nombre para ocupar una altura, cuyo anhelo, legítimo por otra parte, lo hace agitador incansable”.