Jaimes Freyre exaltó esa epopeya en 1911.
Bien se sabe que el gran poeta boliviano Ricardo Jaimes Freyre (1868-1933) residió desde 1901 a 1921 en nuestra ciudad. Aquí dictó cátedras en el Colegio Nacional y en la flamante Universidad de Tucumán, dirigió la “Revista de Letras y Ciencias Sociales” y despuntó su vocación por la investigación histórica, que plasmaría en varios libros importantes. Amigo y colega de Rubén Darío, maestro de la palabra, en los certámenes poéticos y en las fiestas patrias se escuchaban con unción sus discursos, llenos de centelleantes imágenes.
En 1911, con motivo del centenario de Domingo Faustino Sarmiento, se realizó un Congreso Pedagógico en San Juan, y la representación de Tucumán fue confiada a Jaimes Freyre. Le tocó referirse a la independencia americana en uno de los actos de esas jornadas y lo hizo con la elocuencia que lo caracterizaba.
“Jamás ha tenido la humanidad un campo de batalla más inmenso”, dijo en un tramo de su alocución. “Cubren dos mil leguas los ejércitos que combaten inscribiendo en sus banderas el ´pasado´, los menos, el ´porvenir´ los otros, que hormiguean a lo largo de las costas del mar de Balboa; coronan las montañas más elevadas del mundo; penetran en los desfiladeros que guardan la memoria de las hazañas inauditas de la conquista”.
Además, “atraviesan los grandes ríos en canoas salvajes y en balsas de caña; fabrican armas con gajos de árboles y con cayados de pastores; funden campanas y ornamentos sagrados para fabricar cañones y proyectiles; cercan las ciudades; asaltan las fortalezas ¿Qué raza de héroes ha aparecido de repente en este continente, patria de la servidumbre?…”