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Nota de Marcos Paz al ministro Del Carril


Desde Tucumán, el 11 de febrero de 1854, el coronel doctor Marcos Paz se dirigía al ministro del Interior, Salvador María del Carril. Le decía que en Tucumán y en las provincias del norte “se puede formar una brillante división de las tres armas”, si se tenía recursos.

Había que “buscar o mejor crear oficiales de las primeras familias, excluyendo a los viciosos”, porque “en las milicias formadas en nuestras inmundas guerras civiles es difícil encontrar oficiales de honor”. Pensaba que “con un enganche de 6 u 8 pesos, dos vestuarios al año y algo más de la mitad del sueldo señalado por la ordenanza, pero pagado con puntualidad, habrá soldados escogidos. Después que estos se hayan acostumbrado a la rigurosa subordinación, caminarán a donde quiera llevárselos”.

Aseguraba Paz que “en estos pueblos no podrá establecerse una paz duradera sin que haya alguna fuerza de línea que haga respetar la voz de la autoridad nacional. Existe en cada provincia una pugna incesante entre el gobernante que siempre tiende a oprimir y perpetuarse, el pueblo que reclama sus libertades y los aspirantes que quieren los empleos”.

Estos elementos “no cesan un instante de hacerse la guerra. Por lo general triunfa el que se vale de los medios más reprobados”. Usual era que el Gobierno se apoyara en los comandantes de la milicia, tolerándoles todo y convirtiéndolos en tiranuelos. “Muy conveniente sería extinguir esta milicia tan corrompida”, opinaba Paz. Seiscientos soldados serían suficientes “para hacer respetar y cumplir al pie de la letra todas las órdenes de la autoridad nacional”.