Opinión de Roca en un libro de Mansilla.
En 1894, Julio Argentino Roca, en su “carta-prólogo” a los “Retratos y recuerdos”, de Lucio V. Mansilla, le decía que “sus recuerdos y la galería de retratos que nos pinta, pertenecen a la época que comprende la lucha y esfuerzos por la organización nacional”, después de Caseros.
Época ya cerrada, había dado lugar “a otro período que tendrá probablemente, no los tintes heroicos del de la Independencia, ni las sombrías incertidumbres y desgarramientos intestinos que se siguieron después, sino un carácter esencialmente económico”. Los pueblos marchan por “grandes jornadas”, cada una de las cuales tiene “una sola idea y un solo propósito culminantes por guías”.
Opinaba que “es difícil tarea escribir historia contemporánea, porque las pasiones en actividad y el fragor de la vida, como en las batallas el polvo, el humo y el aparente desorden, nos impiden ver ‘incontinenti’ la realidad de las cosas y abarcar el conjunto de los acontecimientos”. Y resulta “más difícil y escabroso todavía, emitir libremente juicios y opiniones sobre hombres cuyo recuerdo está aún vivo y palpitante entre nosotros, sin herir susceptibilidades y despertar enconos en el ánimo de sus descendientes inmediatos”, a quienes “el cariño y la honra que les reflejan les hacen siempre exagerar su gloria y la importancia (del rol) que desempeñaron en la escena pública”.
Pero, decía, “usted ha salvado bien todas las dificultades y nos presenta sus personajes tales como usted los vio, trató y conoció, prescindiendo intencionalmente de la época, de los sucesos y del medio en que figuraron, sin entrar a apreciar la obra grande o pequeña que cada uno de ellos realizó y la influencia más o menos importante que ejercieron en los acontecimientos de su tiempo. Usted hace retratos, estudios psicológicos, y no biográficos, ni historia”.