Acusación de parcialidad dentro del Congreso.
El 6 de setiembre de 1816, se incorporó al Congreso el diputado por Charcas, doctor Felipe Antonio de Iriarte. Luego, se pasó a tratar cómo se formaría la comisión que iba a investigar el grave caso del robo de la correspondencia del cuerpo, arrebatada a su mensajero, que se planteó en la sesión anterior. El nombramiento de la comisión dio lugar a un “incidente desagradable”, que “fue público y fijó la atención de la barra por muchos días”.
Eduardo Pérez Bulnes sostenía que la comisión se integrase con un diputado por provincia. Su colega José Antonio Cabrera lo apoyó, y dijo que, en caso contrario, reclamaría la nulidad de cuanto se actuara, mostrando “recelos de que se lo perjudicase por un efecto de partido o de parcialidad”. Pedro Medrano lo intimó a aclarar si la parcialidad ocurría dentro del Congreso, a lo que Cabrera replicó afirmativamente. Antonio Sáenz y José Darragueyra pidieron que esas actuaciones se testaran del acta.
Luego de un tenso debate, el Congreso consideró que los dichos de Cabrera y de Pérez Bulnes “eran injuriosos al decoro del Congreso Soberano”. Darragueyra dijo que planteaba querella criminal contra Cabrera, para que se lo reprendiera. Expresó que si era cierta la parcialidad -“y no creía que la hubiese efectivamente”- se retiraría del Congreso, por hallarlo “incapaz de inspirar confianza a los pueblos”.
Sáenz mocionó que se declarase expresamente si las expresiones de Cabrera eran “criminosas y ofensivas de su autoridad y respeto”, y lo apoyaron Darragueyra y Boedo. Este último propuso que el tema se discutiese con preferencia a cualquier otro asunto.