Duras discusiones registradas en 1882.
La Sociedad Sarmiento se fundó en 1882. Durante sus primeros tiempos, en las reuniones semanales los socios leían textos -de producción propia o de autores conocidos- y se los discutía en grupo. Esto dio lugar a algunas incidencias. Ellas constan en las actas de ese año, cuya versión sintética ofrece Manuel Lizondo Borda en “La Sociedad Sarmiento en su cincuentenario”.
Por ejemplo, en una sesión, Emilio Silvetti leyó un artículo de Eduardo Wilde, que Francisco Astigueta calificó de “inmoral”, dando lugar a una polémica. En otra ocasión, Juan Zavala trajo un artículo de Edgar Quinet y advirtió que contestaría cualquier objeción. Astigueta pidió que primero opinase él, “para según eso poder objetarle, puesto que se mostraba sofista”, generando una discusión con explicaciones finales que “anularon todo lo dicho”.
Le lectura de un artículo de Buchner por Nicolás Jofré, desencadenó una polémica sobre el autor de la creación del mundo. Astigueta lo trató de ateo, y calificó a Zavala de pesimista. El tempestuosa intercambio se cerró “sin que ninguno se diese por convencido”.
En otra ocasión, el presidente Emilio Carmona disertó acerca de “la superioridad de las doctrinas materialistas proclamadas por Darwin, sobre el espiritualismo”. El doctor Francisco Arguelles se opuso y se entabló un diálogo “que fue prohibido por el presidente interino”. El acta dice que la discusión se desnaturalizó, porque los contendores argumentaban “sin preparación ni madurez”, entregados a “la ligereza de la improvisación”.