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Antigua conmemoración en Villa Nougués
Como es sabido, hoy se celebra la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes. Da lugar a diversas ceremonias, tanto en la ciudad como en el interior de la provincia, especialmente en San Pedro de Colalao. Interesa dejar constancia de una de estas conmemoraciones, tan antigüa como poco conocida: la que tiene lugar tradicionalmente en Villa Nougués.
Aunque recién en 1954 se construyó, a metros de la capilla, una gruta de piedra para la Virgen de Lourdes, la entusiasta devoción databa ya de muchas décadas atrás. La asistencia religiosa de la villa estuvo primero a cargo de los dominicos y luego, por un largo período, de los salesianos, traídos por doña Serafina Romero de Nougués. Esta última congregación instaló la devoción lourdista. A la novena, que culminaba con la procesión del 11, asistían absolutamente todos los habitantes, permanentes y temporarios. Incluso se agregaban veraneantes de otros parajes y familias de la ciudad. La procesión, portando la imagen –donada por el ingeniero José María Paz- existente en la capilla, recorría las tres cuadras que median entre el templo y la casa de la familia Nougués-Etchecopar. Durante largos años, encabezaban la columna monaguillos con sotanas celestes, y chicos ataviados con coloridos trajes de época, que hacían de pajes de honor de la Virgen. En un altar dispuesto en la terraza de la residencia, los portadores colocaban la imagen traída en andas. Se oficiaba una solemne bendición y luego se leía una plegaria de consagración de Villa Nougués a la Señora de Lourdes, confeccionada especialmente.
Después, la procesión rehacía el trayecto hasta la capilla, y la fiesta terminaba con fuegos artificiales y estrepitosos vivas.