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JOSÉ GERVASIO ARTIGAS. El caudillo oriental no obtuvo ayuda de Buenos Aires contra los invasores.

Una brava resistencia de la Banda Oriental.


No celebró sesión el Soberano Congreso el 4 de octubre de 1816. Entretanto, la distancia hacía que llegase demorada en extremo, a Tucumán, la información sobre los graves sucesos que tenían lugar, por esa época, en la Banda Oriental del Uruguay.

Invadido el territorio por los portugueses, José Gervasio Artigas había iniciado la contraofensiva. Su ahijado, el capitán de blandengues Andrés Guacurarí -conocido como “Andresito”- entró en las Misiones Orientales el 21 de septiembre. Derrotó a los portugueses en Rincón de la Cruz y puso sitio a San Borja. Pero el portugués Abreu pudo rechazarlo, el 3 de octubre de 1816.

En adelante, “la guerra resultó un entrevero de las tropas irregulares orientales, sin más armas que sus lanzas y unos pocos trabucos, contra invasores excelentemente armados”, dice José María Rosa. Las acciones de Carumbé, India Muerta, Arapehi, Catalán, fueron realmente sangrientas. Se calcula que unas 10.000 personas perdieron la vida combatiendo contra el invasor, sobre una población que no pasaba de 60.000 habitantes.

El Directorio de las Provincias Unidas recibirá reiterados pedidos de Artigas para que lo apoyase en la resistencia, pero no los atendió. El caudillo, ante esa actitud, rompería con los porteños y cerraría los puertos orientales a su tráfico. “No puedo permanecer indiferente ante la conducta criminal y reprensible de Buenos Aires”, escribía al Cabildo de Montevideo. Aseguraba que no omitiría “diligencia alguna hasta manifestar al mundo mi constancia, y la iniquidad con que se propende a nuestro aniquilamiento”.