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CARLOS FEDERICO LECOR. Mandaba en jefe la invasión portuguesa a la Banda Oriental.

El Congreso aún desconocía graves novedades


No sesionó el soberano congreso, el 29 de junio de 1816. Dadas las enormes distancias, la corporación no podía saber lo que estaba ocurriendo en esos momentos en el Río de la Plata, y que tenía por cierto mucha gravedad.

En Buenos Aires, un tal Carlos Casado, informó al gobierno, el día 27, que tenía inquietantes noticias recogidas en Montevideo. Ellas daban como cosa cierta que la expedición que venía preparando desde tiempo atrás el Brasil, había iniciado ya su invasión a la Banda Oriental.

El 29, el Director Supremo interino, general Antonio González Balcarce, envió una nota al Congreso y al Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón, quien se encontraba en Tucumán. Le daba cuenta de la salida de 5000 soldados, desde Río de Janeiro, con destino a Santa Catalina. Allí se le unirían 3.000 más, con los cuales los invasores –al comando en jefe de Carlos Federico Lecor- se proponían llevar a cabo el ataque a Montevideo.

Recién había llegado a manos de Balcarce un oficio del enviado de las Provincias Unidas ante la corte brasileña, Manuel José García, dirigido al ex Director Álvarez Thomas. El enorme atraso mostraba que García temía que la autoridad en Buenos Aires no pudiera guardar secretos.

Al reenviar ese documento, se quejaba de esa situación. “El resultado –decía el Director interino- viene a ser que carecemos de brújula en la dirección de negocios tan delicados, y que la verosímil aproximación de las tropas lusitanas nos encuentra absolutamente desprevenidos acerca de sus miras”.