Imagen destacada
PIEZA DE 1904. Anverso y reverso de la acuñación del Gobierno, para conmemorar la inauguración del pabellón que recubría el Salón de la Jura.

Acuñada al ornamentarse la Casa Histórica


Durante muchos años, era frecuente la acuñación de medallas recordatorias sobre diversos acontecimientos. Era una amplia gama que iba desde los aniversarios patrióticos hasta las inauguraciones de obras públicas, pasando por los premios y por los sucesos o propagandas del comercio. Por lo general, se acuñaba una pequeña partida en plata -y en oro- para entregar a las autoridades, y el resto en cobre o bronce. La última acuñación oficial (una plaqueta y una réplica del escudo del Congreso de Tucumán) data de 2016, con motivo del Bicentenario.

El excelente libro de Teobaldo Catena y Antonio Hernández Mesón, “Medallas de Tucumán. Catálogo”, de 317 páginas editadas en 2012 en San Nicolás de los Arroyos, trae fotografías y minuciosas descripciones de 642 ejemplares de estas piezas. Obvio es destacar el gran valor que tiene esa obra para quienes se interesen por la fascinante disciplina de la numismática en su expresión tucumana. Supo ser tan difundida entre los cultores del pasado, que la actual Academia Nacional de la Historia, al fundarse en 1893, se denominó “Junta de Historia y Numismática Americana”.

La pieza que ilustra esta nota se acuñó en 1904 con motivo de la construcción del templete de la Casa Histórica. Era -según la foto y noticia del libro- de forma rectangular, de plata, de cobre plateado y de bronce, con un módulo de 71,5 x 72 milímetros y un peso de 100 gramos. En el anverso reproducía los dos relieves de Lola Mora sobre el 25 de mayo y el 9 de julio. En el anverso, estaba de perfil la estatua de La Libertad, de la misma autora, con la leyenda “Conservación y ornato/ de la/ Casa del Congreso de 1816/ Presidente de la República/ Tte. Gral. Julio A. Roca/ Ministro de Obras Públicas Emilio Civit/ Tucumán 24 Setiembre 1904”.