Importante libro sobre el célebre escultor.
Acertadamente, estos últimos años se ha iniciado con fuerza entre nosotros la preocupación por valorar e inventariar la producción plástica tucumana, en libros de excelente impresión. En ese sentido, es notable la tarea de Daniel Ferullo quien, con el sello “Ferullo Burke”, viene editando tomos dedicados a artistas como Aurelio Salas, Timoteo Navarro, Carlos Legorburu, por ejemplo.
Hace poco, el sello Todo Terry presentó una nueva obra de este tipo. Se trata de “Juan Carlos Iramain. El escultor”. Su autora es María del Huerto de Iramain, con fotografías en blanco y negro de Gustavo Rodolfo Molina. Como se sabe, Juan Carlos Iramain (1900-1973) en uno de los nombres relevantes de la escultura de Tucumán, autor -entre muchas obras existentes en la provincia, el país y el extranjero- del célebre Cristo de San Javier.
El libro de su hija política reproduce, acertadamente, aquella autobiografía de Iramain titulada “El apóstol”, que se publicó hace muchos años en una revista de efímera vida. Contiene una cronología del artista, facsímiles de los múltiples artículos sobre su obra aparecidos en la prensa argentina y extranjera a través de los años; notas sobre familiares suyos que se dedicaron a las artes plásticas, y un muy largo etcétera. “Vida y obra”, “El mundo habla de Iramain”, “Familia Iramain”, “Monumentos”, “Esculturas” y “Museo Iramain”, se titulan los capítulos.
Parte fundamental de este tomo, de 257 páginas impecablemente impreso en papel ilustración, son las soberbias fotografías de Molina que documentan las obras. “Juan Carlos Iramain. El escultor” viene a constituir, así, un muy notable aporte para conocer a fondo la tarea del consagrado artista tucumano. Es de desear que se multipliquen trabajos similares.