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AMADEO JACQUES. Además de enseñar en nuestra ciudad, explotaba la panadería “Perfeccionada”.

Instalada en Tucumán por el sabio y un socio


Hemos recordado, en otras ocasiones, las peripecias de aquel ilustre francés, el doctor Amadeo Jacques (1813-1865), residente y catedrático en Tucumán entre 1857 y 1862. Nuestra provincia fue la primera en dar al sabio la oportunidad de ejercer su profesión -que era la enseñanza- poniéndolo al frente del flamante Colegio San Miguel. Y un tucumano, Marcos Paz, fue quien, desde la vicepresidencia de la República, valoró especialmente a Jacques: lo llevó a Buenos Aires y le confió la conducción del Colegio Nacional. En “Juvenilia”, su ex alumno Miguel Cané evocaría largamente la etapa.

Pero, en el Tucumán de esos tiempos, el sueldo de director de colegio no era suficiente para mantenerse. Así fue que Jacques resolvió asociarse con un compatriota, Juan Tranchard, para fundar una panadería, la “Perfeccionada”.

Al alejarse Jacques, el negocio quedó para Tranchard. Apareció un aviso en el periódico “El Liberal” del 25 de septiembre de 1862, con el título “Panadería Perfeccionada”. En el mismo, ambos informaban al público que “a consecuencia de la liquidación y de los arreglos admirables intervenidos entre ellos, Juan Tranchard queda desde ahora único dueño de dicho establecimiento y, como tal, exclusivamente encargado de su crédito, tanto activo como pasivo”.

Tranchard siguió con el negocio los siguientes siete años. El 23 de diciembre de 1869, en “El Nacionalista”, publicó un aviso con su firma. Decía que al despedirse, porque partía a Santiago del Estero, “avisa a sus amigos, en general, y a aquellos con quienes tiene negocios pendientes, en particular, que deja de apoderado en esta ciudad a don Desiderio Lescarret, quien queda encargado de cobrar y pagar en mi nombre todas las cuentas reconocidas por mí”.