Demolida en 1862, rendía homenaje a Rosas y Oribe
Como es conocido, el 19 de septiembre de 1841, en Famaillá, triunfó el federal Manuel Oribe sobre las fuerzas de la Liga del Norte, que mandaba Juan Lavalle, dando un golpe de muerte a la coalición antirrosista. El nuevo gobernador, general Celedonio Gutiérrez, quiso, meses después, rendir un homenaje oficial a aquella acción.
Por decreto del 24 de enero de 1842, dispuso levantar en la hoy plaza Independencia (entonces conocida como “plaza”, a secas) una pirámide, para memoria de “las glorias de la Independencia realzadas por los triunfos de la Confederación Argentina”.
Llevaba esta inscripción: “La Provincia de Tucumán es deudora del restablecimiento de su libertad, leyes y dignidad al incomparable americano nuestro Ilustre Restaurador de las Leyes Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas y al valiente virtuoso Ejército Unido de Vanguardia de la Confederación Argentina bajo el inmediato mando del ilustre General en Jefe Brigadier Don Manuel Oribe”.
Sería el segundo monumento escultórico que tuvo nuestra ciudad: el primero fue la Pirámide de homenaje a Maipú, erigida por el general Manuel Belgrano en 1817, y que se conserva al centro de la hoy plaza Belgrano. Conocemos el aspecto de la pirámide “federal”, gracias al dibujo en el cual la registró, en 1858, el pintor Juan León Pallière. Fue demolida el 13 de julio de 1862, por orden del gobernador José María del Campo, en un acto donde habló el coronel Juan Elías, ex oficial de Lavalle. En el decreto respectivo, Del Campo la consideró “recuerdo de oprobio, cuya permanencia lastima el honor de Tucumán”.