Los conceptos del presidente Julio A. Roca
En 1884, presidía la República Argentina el ilustre tucumano Julio Argentino Roca. Una carta suya, fechada el 29 de noviembre de ese año, en respuesta a una del empresario Ernesto Tornquist, exponía un repaso de la situación nacional del momento. “El estado actual económico y financiero del país constituye, efectivamente, el período de mayor desenvolvimiento comercial e industrial que jamás hayamos presenciado”, decía Roca.
“Hay vigor y anhelo para el trabajo; hay capitales bien empleados; hay industrias que enriquecen el país, planteadas recientemente; hay nuevos territorios entregados a la actividad y a la labor del hombre, y finalmente, hay paz interior y exterior, sin peligro de ser turbada”. Añadía que “la importación no excede a la aportación”, y esta última “se aumenta anualmente en cantidad, a la vez que la importación tiende a disminuir, por las necesidades que las industrias del país satisfacen ahora”. En cuanto a los empréstitos contraídos hasta la fecha, decía, “se han aplicado rigurosamente y con provecho, a los objetos de utilidad pública para que fueron votados; y son una prueba de ello, los progresos realizados por el Banco Nacional, y el sorprendente movimiento comercial que se opera en toda la República, por telégrafos y líneas férreas que se extienden en todas direcciones”.
Expresaba que “en el tiempo que me resta de gobierno, creo que no ha de haber conveniencia ni necesidad de autorizar nuevos empréstitos. Y yo, por mi parte, me he de oponer decididamente a toda idea que signifique aumento de nuestra deuda actual; que no es, sin embargo excesiva, dados nuestros recursos y los objetos reproductivos a que se han aplicado y aplicarán durante mi administración, todos los empeños contraídos”.