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PIEZAS NADA CONOCIDAS. Medalla de homenaje a Belgrano acuñada en 1907, de acuerdo a un diseño de 1822. LA GACETA / ARCHIVO

Importante y erudito catálogo descriptivo.


Es más que conocido el enorme interés que tienen las medallas para quienes se interesen por la historia. En el caso de nuestra provincia, entendemos que –fuera del ámbito de los especialistas- no es conocido un tomo de más de 300 páginas aparecido hace dos años. Merece serlo.

Se titula “Medallas de Tucumán. Catálogo”, y es obra de los prestigiosos numismáticos Teobaldo Catena y Antonio Fernández Mesón. Apareció en coedición del Instituto de Numismática e Historia de San Nicolás de los Arroyos y el Centro Numismático de Tucumán.

El libro estudia y reproduce en fotos nada menos que 645 medallas, en su inmensa mayoría desconocidas por el público. Fueron exclusivamente labradas para Tucumán en su totalidad (salvo unas pocas que no son locales, pero que se incluyeron por su especial relevancia). Se las describe minuciosamente: módulo, metal, grabador, hecho conmemorado, colección donde se encuentra, etcétera.

El académico José Eduardo de Cara, en el prólogo, sintetiza el contenido. Son testimonios, escribe, que “comprenden dos siglos de la multiplicidad de la vida tucumana. Reflejan los acontecimientos patrióticos, educacionales, políticos, religiosos, periodísticos, sociales, comerciales, obras públicas, conmemoraciones civiles y de la vida privada. En suma, la dinámica del vivir, expresada a través de piezas acuñadas en el pasado, que es Historia, proyectadas hacia el presente y el futuro”.

El tomo se inicia con la famosa medalla de 1812, acuñada en oro y plata, para conmemorar la victoria del 24 de septiembre de ese año en el Campo de las Carreras.