Los rostros de Sarmiento, Iconografías

Para Leopoldo Lugones, la cabeza de Sarmiento, “bien examinada, da un resumen de su carácter. Su espíritu esencialmente positivo, su tendencia absoluta a la acción, su concepto materialista de la utilidad, su sensualismo, su panteísmo, su vivacidad, su curiosidad, su impetuosidad colérica dimanan visiblemente del conflicto de espíritu y materia que aquella cabeza manifestaba”.
Este libro compila las pinturas, dibujos, esculturas, y sobre todo fotografías, que retrataron a Domingo Faustino Sarmiento desde la juventud hasta el último momento de su vida. La interesante secuencia -no intentada hasta hoy- propone un ángulo distinto de homenaje al prócer, en el bicentenario de su nacimiento.
DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO (San Juan, 1811-Asunción del Paraguay, 1888), educador, estadista, hombre de prensa y escritor, formó su cultura entre las privaciones de la pobreza y de las guerras civiles. Seguidor del partido unitario, se exilió en Chile durante buena parte de su existencia. Allí adquirió gran prestigio como periodista y docente, y allí aparecieron sus libros más afamados: Facundo, Recuerdos de provincia, Educación popular, Argirópolis y Mi defensa. Volvió al país para participar en la batalla de Caseros, pero pronto se distanció de Urquiza durante la campaña en el Ejército Grande y polemizó con Juan Bautista Alberdi, en ásperas cartas que tituló “Las ciento y una”. Su carrera política lo llevó a destacadas funciones, diplomáticas incluidas, que culminaron con la presidencia de la República, de 1868 a 1874. Los escritos de Sarmiento editados, que abarcan 52 tomos, lo revelan como uno de los pensadores geniales del continente. Lo caracterizó, sobre todo, una inmensa inquietud por educar a sus conciudadanos.