Rodolfo Romero insistía en un arte nacional
Don Rodolfo Romero (1880-1957), distinguido intelectual uruguayo radicado en Tucumán, publicó en 1919 un artículo en la revista porteña “Caras y Caretas”, a propósito de una exposición del flamante Museo de Bellas Artes, dependiente entonces de la Universidad de Tucumán.
En diversas publicaciones, Romero venía sosteniendo con insistencia la necesidad de obtener un “arte nacional”; es decir, que se inspirara en la rica herencia americana y que dejara de copiar constantemente a Europa. Le complacía advertir que la muestra tucumana recogiera esas inquietudes.
El director del Museo, doctor Juan Heller, hacía notar que “las obras de la sección de Pintura y Arte Decorativo, son todas originales y compuestas con modelos de nuestra fauna y flora”. Y apuntaba que “el visitante quedará tanto más complacido cuando sepa que artistas tucumanos armonizan ya con tanto gusto los más arriesgados coloridos, y usan materiales de la región”. Romero estaba de acuerdo con Heller. Escribía: “Así es. Los jarrones son todos de tierras tucumanas y los adornos son estilizaciones de flores y pájaros y también copias de dibujos calchaquíes”. Terminaba su nota con humor. Hallaba “tendencioso, francamente tendencioso para mi modo de pensar”, el “rincón calchaquí” de la exposición del Museo. Se veían allí “unos cofrecitos, unos cueros pirograbados, obras del diputado nacional doctor Leon Rougés; una mesita y una silla del señor Daniel Roldán; una lámpara del señor Segundo Jerez, etcétera, junto a un vaso auténtico del antiguo Tucumán, un poncho boliviano y un felpudo de fabricación local”.