Un tucumano diestro en temas importantes.
Tenía el largo nombre de Antonio Martínez Álvarez de Arenales, pero prefería que lo llamasen simplemente “Arenales”. Había nacido en Tucumán en 1839. Fueron sus padres el médico español Francisco Martínez Doblas y Antonia Álvarez de Arenales, hija del famoso general de la Independencia.
Residió largos años en Bolivia, en Cuba (donde fue cónsul argentino, en Europa y en Estados Unidos. Volvió al país en 1865. Desempeñó varios cargos de segunda línea, y cumplió eficazmente las comisiones oficiales que le confiaron en lugares como las colonias patagónicas. Cuando falleció en Belgrano, Buenos Aires, el 16 de setiembre de 1882, era secretario de la Dirección Nacional de Correos.
Lo caracterizaron su preocupación y sus profundos conocimientos en temas de gran interés público, como la agricultura, la industria o la inmigración, entre otros. Sus importantes trabajos al respecto, publicados en los diarios, le dieron gran nombradía en su tiempo.
Por ejemplo, propició la plantación de tabaco habano en Tucumán, enviando a la provincia un cajón de semillas del afamado “Vuelta de Abajo” de Cuba, aparte de publicar un sustancioso estudio titulado “Cultivo del tabaco”, en 1868. Armó en 1869 una sociedad para instalar una fábrica de papel en Buenos Aires. Había calculado todo, pero le fallaron a último momento los inversores: hubiera sido la primera planta de este tipo en el país.
“Arenales” estudiaba sus temas de modo concienzudo, con cifras, estadísticas y ejemplos comparativos, a la vez que sugería soluciones. Una minuciosa nota biográfica sobre este singular tucumano publicó Alberto Octavio Córdoba, en LA GACETA del 26 de enero de 1969.