Un sector debió ser el parque Roca
La fotografía -inédita hasta hoy- que ilustra esta nota, registra el aspecto que tenía, en la primera década del siglo pasado, la “sala” de la finca “Las Muñecas”. Era propiedad de don Zenón J. Santillán, destacado hombre público que nació en 1849 y murió en 1910.
Esa finca, en torno a la cual creció el actual barrio de Villa Muñecas, era la vasta propiedad que originalmente perteneció a Josefina Molina de De las Muñecas, hermana política del prócer Idelfonso de las Muñecas. Ella la dividió en cuatro porciones entre sus hijos. La correspondiente a una de ellos, Cornelia Muñecas de Martínez, pasó a su hija Mercedes Martínez Muñecas de Santillán, madre de don Zenón.
Tras heredarla su hijo Santillán, la acrecentaría con legados de las tías solteras y con compras a las hermanas. El gran fundo se denominó “Aldea Santillán” en la parte norte, y Finca o Quinta “Las Muñecas” el resto. En 1901, Santillán vendió al Gobierno 24 hectáreas, destinadas a formar el Parque “General Roca”.
Este se inauguró el 1 de diciembre de 1901. Aunque nunca se “parquizó” el predio, sus soberbias arboledas eran simbólicas de la vegetación del Jardín de la República. Seis años más tarde, en 1907, el Parque se cedió a la Nación, para que allí instalara los cuarteles militares.
Don Zenón J. Santillán, gran intendente de Tucumán, senador nacional y ministro, era un notable escritor y un activo periodista. En la casa de Muñecas tenía una muy poblada biblioteca. Cuando falleció, en 1910, la finca estaba constituida por alrededor de 600 hectáreas, donde había plantados unos 10.000 surcos de caña.