Juan B. Terán y su candidatura a senador.
En 1935, el 14 de marzo, en la sala del teatro Coliseo de Buenos Aires, fue proclamado el doctor Juan B. Terán como candidato a senador nacional por Buenos Aires, de la coalición denominada “Concordancia”. Sería derrotado en esos comicios, donde se impuso Alfredo L. Palacios.
En las notas que escribió para su diario personal, expresó: “No es que yo haya ido a la política, sino que la política ha desbordado sobre su marco ordinario y alcanza a quienes estábamos en zonas que le eran extrañas”. Sucedía que, afirmaba, “el pensador mismo tiene que ser militante”.
Así, “quien no ha sido más que un escritor durante su vida, no puede ser, en la política, cosa distinta de lo que fue siempre: un servidor del espíritu. Y el servidor del espíritu triunfa no por lo que logra, sino por lo que sostiene; y ¿qué sostiene? Los fueros de la verdad, de la justicia, de la solidaridad humana: intransigencia con el error y el vicio, transigencia con los hombres que lo padecen”.
Renglones después, había más reflexiones de Terán. “Al rencor, a la discordia, a la venganza, opongo el olvido, la reconstrucción. Busco la solución al problema integral de la familia: la familia es la mayor realidad histórica y la escuela verdadera de la solidaridad humana. Es común denominador de todas las clases y de todos los partidos”.
Entendía que estos temas interesaban a todos por igual. La palabra “patriotismo” venía de familia, como que “patria” viene de padres. “Lo que busco es la mayor ambición de un escritor: contagiar el amor por algunas verdades”. Al entrar en la política “no arriesgo una carrera o una ambición política, de la que carezco”. Satisfacía “una ambición propia de un escritor”: el problema argentino es “un problema de educación, de educación intelectual y de disciplina moral”.