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FÉLIX F. AVELLANEDA. Fue redactor durante varios años del vespertino tucumano “El Orden”.

El catamarqueño Avellaneda actuó en Tucumán.


Durante cuatro años, cuando concluía la década de 1880 y se iniciaba la siguiente, Félix F. Avellaneda fue redactor del vespertino “El Orden” de Tucumán. Era Avellaneda oriundo de Catamarca, donde había nacido en 1846, y su prolongada estadía en nuestra ciudad se debió a razones políticas. Según la “Revista Patriótica”, sus editoriales en el diario tucumano eran verdaderos modelos de “corrección y estilo”.

Antes, en su provincia, había enseñado en el Colegio Nacional, donde se graduó. Luego, en la Escuela Normal de Paraná obtuvo su diploma de profesor normal. Vuelto a Catamarca fundó el periódico “El Andino”. Pasó luego a la Legislatura, como diputado. Allí lo caracterizaron las intervenciones combativas. En 1882 abrió otro periódico, “El Creyente”, para defender la religión católica.

Terminada su etapa tucumana fue ministro del gobernador Gustavo Ferrary en 1892 y en 1893. Acometería, en 1894, la fundación de “El Conservador”. Además fue director o redactor de varias hojas de breve vida, como “La Actualidad”, “La Provincia”, “La Chispa Republicana”, “La Ley”, “El Día”, “El Calchaquí”, según la enumeración de Manuel Soria en sus “Fechas catamarqueñas”.

El 1898 su provincia lo eligió diputado nacional, banca en la que permaneció hasta 1902. Tienen interés las obras de carácter histórico que publicó Avellaneda: “Actuación de la Orden Franciscana en la civilización del antiguo Tucumán”, en 1910, y “Fray Mamerto Esquiú”, en 1917, minuciosa reseña esta de la vida del santo obispo.

Soria narra que a Avellaneda, “rugoso y encanecido, sin perder sus energías ciudadanas, la muerte (el 24 de enero de 1918) le sorprendió combatiendo siempre con ardor, en la Legislatura, como representante de Santa María; en la vida cívica, como vicepresidente de la Unión Cívica Radical, y en la prensa, como redactor de ‘El Día’”.