Imagen destacada
1 DE MAYO DE 1958. El presidente del Senado, doctor Arnaldo Ahumada (derecha) se abraza con el flamante gobernador, doctor Celestino Gelsi.

Hace medio siglo falleció Arnaldo Ahumada.


Se cumple hoy medio siglo de la muerte del doctor Arnaldo Ahumada, que ocurrió el 25 de julio de 1969. Fue una importante figura del civismo tucumano. Militante de la Unión Cívica Radical desde sus años de estudiante de Derecho en la UNT, a poco de graduarse de abogado fue elegido diputado (1948-52) y se desempeñó como constituyente en 1949.

Al producirse la división del partido, se alineó en la rama Intransigente, que lideraba Arturo Frondizi. Esa fuerza lo llevó a una banca de senador a la Legislatura, para el período 1958-62. Como presidente del Senado, le tocó desempeñar interinamente el Poder Ejecutivo, durante la gobernación de Celestino Gelsi. Tuvo altos cargos partidarios, e integró un tiempo el directorio del Banco Industrial de la Nación.

Al promediar los 60, fue designado juez en lo Civil y Comercial en el Centro Judicial de Concepción. Poco tiempo después, asumió la misma función en los Tribunales de la Capital. Ya estaba seriamente enfermo, y su fallecimiento se produjo a la temprana edad de 48 años.

Quien firma estas líneas pudo conocerlo y apreciarlo en las inolvidables mesas nocturnas de periodistas en “La Cosechera”, allá por los años 60. Se unía a nosotros con frecuencia, siempre escuchado y bienvenido. Era un baqueano en los entresijos de la política local, y nos daba gusto oírlo narrar la “cocina interna” del civismo de los días entonces recientes.

Tenía una conversación agradable, de persona inteligente y sensata. Y su mirada comprensiva sobre gentes y sucesos era testimonio de su condición de buen cristiano y de hombre de bien. Así ha quedado en el recuerdo de quienes lo conocimos.