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MARIANO VERA. Gobernador artiguista de Santa Fe, provincia que mantenía un estado de guerra con Buenos Aires.

Tratado para terminar con las hostilidades.


El Soberano Congreso de las Provincias Unidas, congregado en Tucumán, no sesionó el 28 de mayo de 1816. Pero muchos kilómetros más allá, en el litoral, se producían novedades importantes. Como se sabe, Buenos Aires realizaba afanosas gestiones ante el gobernador de Santa Fe, Mariano Vera, y ante su amigo el jefe oriental José Gervasio Artigas, para terminar el estado de guerra que mantenían porteños y santafesinos.

La comisión pacificadora de Buenos Aires, luego de una serie de entrevistas con la de Santa Fe, llegó a convenir, el 28 de mayo, un tratado. De acuerdo al mismo, Buenos Aires y el Congreso reconocerían la autonomía de Santa Fe, “hasta el resultado de la Constitución que debería sancionar el Congreso”. Por su parte, Santa Fe tomaría parte en la guerra de la Independencia y mandaría un diputado al Congreso de Tucumán.

Se convenía también que Buenos Aires indemnizaría a los santafesinos por los daños que le habían causado las tropas porteñas en su retirada. Una cláusula secreta decía que si Artigas no aceptaba lo convenido en el tratado, Santa Fe, no obstante, contraía la obligación de cumplirlo.

El gobernador Vera ratificó inmediatamente el tratado. No haría lo mismo el gobierno de Buenos Aires, quien resolvió elevarlo al Congreso para que lo discutiera. Todo este trámite vendría a complicar irreversiblemente las cosas, como se verá más adelante. Pero, entretanto, el tratado entre Santa Fe y Buenos Aires abría la esperanza de que terminaran las hostilidades, y que el Congreso contara con representantes del litoral.