Lo compiló Zenón J. Santillán, en 1880.
Es sabido que don Zenón J. Santillán (1849-1910), además de ministro, diputado y senador al Congreso, fue progresista intendente municipal de Tucumán por tres períodos seguidos, de 1896 a 1901. A lo largo de ellos inauguró el Hospital de Mujeres, el Banco de Préstamos y el Mercado Sur, por ejemplo. Pero no es muy conocido que, años antes, fue autor de la primera compilación, en forma de digesto, de nuestras disposiciones municipales.
En efecto, en 1880 Santillán era secretario de la Comuna y llevó a cabo dicha tarea. La editó pulcramente la casa Coni, de Buenos Aires, en un tomo de 209 páginas con índice alfabético. Se titulaba “Digesto de ordenanzas, reglamentos y acuerdos de la Municipalidad de la Ciudad de Tucumán, por Zenón J. Santillán, secretario municipal”. Constaba en la portada que era “Edición municipal”.
En la “Advertencia” preliminar, Santillán decía que el libro era una ventaja para el vecindario y para la Municipalidad: aquel cumplirá las ordenanzas al enterarse de su texto, y esta estudiará, en la compilación, “lo que aún le falta hacer para llenar los fines de su creación”.
“Hasta hoy -expresaba- las ordenanzas no se cumplen, no porque los encargados de hacerlas efectivas las descuiden, faltando a sus deberes, sino porque el vecindario no las conoce”; lo que ocurre también, muchas veces, hasta con “los mismos encargados de vigilar su observancia”.
La ignorancia venía de que esas normas, “publicadas en los periódicos a medida que se dictaron, se han perdido para el vecindario, y sólo subsisten aquellas muy indispensables, cuyo conocimiento se ha conservado por su mismo carácter de imprescindibles, y esto todavía de una manera vaga”.