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FUERZA EN PREPARACIÓN. Cuadro de Bouchet, que muestra a San Martín aprestando el Ejército de los Andes

Los debates sobre el envío de 500 soldados


El 10 de octubre de 1816, el Soberano Congreso celebró una sesión pública y una secreta. En la primera, Juan José Passo mocionó que se designase a uno de los diputados para conferenciar con el jefe del Ejército del Norte, general Manuel Belgrano. De esto debía informar al Congreso, para que acuerde enviar un refuerzo de por lo menos 500 hombres, al Ejército de Los Andes, que mandaba el general José de San Martín. La medida le parecía urgente, “con respecto a la felicidad del país”.

Aprobada la propuesta, Pedro Carrasco objetó que esto perjudicaría a la campaña del Alto Perú y podría motivar que el enemigo, anoticiado de la disminución de la fuerza de Belgrano, resolviera aprovechar la circunstancia para efectuar un ataque. A pesar de la objeción, se resolvió tratar el tema en sesión secreta. En esta última, se pidió al diputado Tomás Godoy Cruz un informe sobre el estado actual del Ejército de Los Andes, el que fue leído.

Se desarrolló luego un debate, para resolver el camino a seguir. Finalmente, quedó acordado que se informaría al Director Supremo las razones que el Congreso tuvo para apoyar la moción de Passo y que, dada la importancia del asunto, dejaba a su arbitrio disponer el refuerzo solicitado, “o seguir el plan que crea conveniente en orden a la expedición de Chile, que se le recomienda encarecidamente”.

Mariano Boedo salvó su voto, consistente en que se oficiase al Director para que, recién después de haber puesto al Ejército del Norte “en estado de conseguir victoria sobre el enemigo del Perú”, a las fuerzas restantes “las dirija al auxilio del de Los Andes, si lo tuviere por conveniente”.