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PARA LOS "GALLEROS". En un aviso periodístico de 1887, Angelino Astorga informaba la apertura de un reñidero en la Quinta de Valladares. LA GACETA / ARCHIVO

Se anunciaba en el “Café de Valladares”


Es conocido que las riñas de gallos constituyeron, desde tiempo inmemorial, una de las diversiones favoritas del pueblo, tanto en Tucumán como en todas las ciudades del país. Se han escrito miles de páginas sobre este tema. Interesa rescatar un artículo del periódico tucumano “El Nacionalista”, del 26 de julio de 1870. Se titulaba “Circo de gallos”.

Informaba que “hoy 26 se abre el Reñidero de Gallos, y los aficionados tiene ya dónde pasar un rato de confortable entretenimiento. Confortable, decimos, porque el joven don Carlos Valladares, que administra el antiguo café que fue de su finado padre, ha hecho una transformación y arreglos tan completos en el establecimiento, que luego que se concluya podrá competir con los mejores de Buenos Aires”.

Esto, “no sólo por lo material del establecimiento, sino también porque los finos modales y la manera de portarse del señor Valladares, serán un atractivo para la concurrencia cuando el café se inaugure”.

Expresaba que “el reñidero se abre a petición de algunos señores, amigos de Valladares; y muy pronto se abrirá también el gran Hotel que servirá de núcleo para la gente de buen tono, en su sociabilidad y transacciones comerciales”. La agencia de las mensajerías proyectaba trasladarse también allí. “El día de la inauguración, se abrirá con el muy significativo nombre de Hotel del Progreso”.

Cabe destacar que el antiguo “Café de Valladares” era el establecimiento más popular de Tucumán en su género. Figura constantemente en la prensa de la década de 1860.