Cuando se construía el fuerte de La Ciudadela
En 1814, José de San Martín estaba en Tucumán, al mando del Ejército del Norte. Como se sabe, había ordenado construir la fortaleza de La Ciudadela, entre inquietantes rumores sobre una arremetida de los realistas. El jesuita tucumano Diego León de Villafañe escribió desde esta ciudad, el 10 de febrero, una carta a su amigo de Córdoba, don Ambrosio Funes, hermano del Deán Funes.
“No se piensa sino en guerras”, decía. “Tucumán va a ser otra vez el teatro. Nuevos generales: nuevos planes. Empiezan a formar de tapias una ciudadela en el campo, que llaman de las Carreras, que es al poniente de la ciudad. Hacen reclutas de gente de todas partes. El ejército del Perú se acerca. Es dueño de Jujuy y Salta. Zelaya y Dorrego, que andaban en las guerrillas, están por llegar a la ciudad. Es decir, que abandonan todo y vienen a esperar al enemigo en la ciudad”. Se decía que en cualquier momento nos atacaban los realistas. “Si hemos de creer las voces, dentro de poco tendremos en Tucumán al ejército del Perú. Cómo saldremos de esta. Sábelo Dios”. Además, “la ciudad está llena de forasteros de Salta, Jujuy, Potosí, etcétera. El marqués del Valle de Tojo o Yavi, días hace que está aposentado en casa del doctor Molina. Ya salió según entiendo, la orden de que todo europeo de la ciudad salga de ella. Esta es seña fatal, esto es decir que el enemigo ya se nos acerca mucho. Esto es, en compendio, el estado actual de las cosas”.