Salvador Alberdi pide carta de ciudadanía.
La crónica de “El Redactor del Congreso” es muy sintética, cuando se trata de asuntos reservados. Así ocurre con la referida a la sesión extraordinaria convocada para el sábado 1 de junio de 1816. Expresa que “se reunieron los señores diputados para la decisión de un asunto grave y de reserva”.
Antes, se procedió a la elección del presidente y del vicepresidente del cuerpo, por haber concluido el período de los que desempeñaron esas funciones durante el mes anterior, que eran los diputados Pedro Ignacio de Castro Barros (La Rioja) y Esteban Agustín Gascón (Buenos Aires). Los cargos recayeron, “casi por uniformidad de votos” en el doctor Teodoro Sánchez de Bustamante, diputado por Jujuy, como presidente, y para vicepresidente se designó al diputado por Córdoba, licenciado Gerónimo Salguero de Cabrera. Ambos “ocuparon inmediatamente el asiento correspondiente”.
El Congreso leyó luego una nota de don Salvador Alberdi. Era un español vecino de Tucumán, donde había formado su familia. Nadie podía sospechar entonces que esperaban grandes destinos a su hijo menor, de seis años entonces, Juan Bautista Alberdi.
Don Salvador, “haciendo presente su decidida adhesión a la causa de la América, comprobada con notorios servicios que expone”, solicitaba que el Congreso le expidiera “carta de ciudadano”. La resolución de esta solicitud “quedó pendiente”, dice “El Redactor”. Añade la crónica que, “a tiempo de concluir esta sesión extraordinaria, los señores de la Comisión de Arbitrios presentaron su proyecto, que se dejó para revisarlo en la sesión siguiente”.