Imagen destacada
ATERRIZAJE EN TAFÍ DEL VALLE. Laura Frías Silva de Paz, a caballo, aguarda a su esposo, Ernesto Paz, que desciende del avión del Aero Club en el verano de 1929. LA GACETA / ARCHIVO

El aparato Ryan del Aero Club Tucumán


En nuestro suplemento “Verano en los Valles”, edición del 27 de febrero pasado, se publicó una fotografía tomada durante las vacaciones de 1929. La misma registra el descenso, en Tafí del Valle, de viajeros llegados de Tucumán en un aparato del Aero Club Tucumán. Un atento lector, y directivo del Aero Club, el doctor Alberto Di Lella, nos hace notar la importancia -por cierto desapercibida para el gran público- del aparato que se ve en la fotografía.

Se trata, explica el doctor Di Lella, de “un Ryan NP, una joya que fue adquirida por el Aero Club de Tucumán a la fábrica homónima de San Diego, California. Se trata de un símil del mismísimo avión que dicha pequeña fábrica diseñó y construyó para el glorioso vuelo de Charles Lindbergh en el ‘Spirit of St. Louis’, de Nueva York a París sin escalas, el 27 de mayo de 1927”.

Agrega que “era la adaptación a un diseño que dicha fábrica producía para vuelos del incipiente correo aéreo norteamericano de entonces; y que consistió en adicionarle 5 tanques suplementarios de combustible, sacrificando con el del morro la visión delantera del piloto, además de rediseñarle la envergadura y varios ítems para su habilitación para un crítico despegue y vuelo que se calculó en 40 horas. De hecho, duró 33 y media”.

El ejemplar de Tucumán, adquirido 2 años después del legendario vuelo de Lindbergh, “es casi idéntico, con el piloto adelante con visión frontal y adaptado para 4 pasajeros”. Reflexiona el doctor Di Lella que, en 1929, acaso “no hubo conciencia del material histórico que tenía en sus manos el Aero Club”.