El pronunciamiento contra Rosas de 1840.
Durante el siglo XIX hubo un año en que la Semana Santa en Tucumán no fue solamente de oficios religiosos. En 1840, el 7 de abril, seis días antes del Domingo de Ramos, la Sala de Representantes se pronunció contra Juan Manuel de Rosas, gobernador de Buenos Aires y encargado de las Relaciones Exteriores. Los diputados tucumanos resolvieron desconocerlo como gobernador y retirarle la representación internacional.
De ese modo culminaba la divergencia iniciada en 1838 con el asesinato del gobernador Alejandro Heredia. El pronunciamiento del 7 se precipitó con la llegada del general Gregorio Aráoz de La Madrid. Lo había enviado Rosas para recoger las armas prestadas a la provincia; pero La Madrid no solo cambió de bando, sino que fue nombrado jefe militar del alzamiento.
De inmediato, los pronunciados -a quienes animaba sobre todo el doctor Marco Avellaneda- enviaron comunicaciones a los gobiernos de la región, buscando apoyo. El 13 de abril se inició la Semana Santa, con el Domingo de Ramos y la alentadora noticia de que Salta se adhería al pronunciamiento. El Viernes Santo, 18 de abril, Jujuy hizo lo mismo, y en los primeros días de mayo se sumarán La Rioja, el 3, y Catamarca, el 8. Estaban dadas las bases para que, el 24 de agosto, las provincias rebeldes firmasen el pacto de la llamada Liga del Norte contra Rosas.
Es conocido que la coalición, cuyas esperanzas militares eran La Madrid y Juan Lavalle, terminará en setiembre de 1841, aniquilada definitivamente en dos batallas: Famaillá, el 19, y Rodeo del Medio, el 24. Avellaneda será degollado en Metán el 3 de octubre, y Lavalle muerto a tiros el 8, en Jujuy.