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GEORGE WASHINGTON. Su "Despedida" de 1796 fue traducida al castellano por Belgrano. Fue una tarea que retomó en Tucumán, antes de la campaña de Salta. LA GACETA / ARCHIVO

Versión de Belgrano de un texto célebre


Afirma Bartolomé Mitre en su “Historia de Belgrano”, que el creador de la Bandera, estando en Tucumán tras la batalla de Campo de las Carreras y antes de abrir la campaña de Salta, reinició un trabajo de traducción. Quería poner en castellano la “Despedida” que George Washington dirigió a su país en 1796, al retirarse de la política.

El texto había llegado a sus manos en 1805 y, dice Mitre, desde entonces lo “procuró generalizar entre sus paisanos y lo acompañó en todas sus campañas” como “libro de cabecera”. Para eso encaró su traducción. Pero, durante la Campaña del Paraguay, “se había visto obligado a quemarla, con otros papeles, en el combate de Tacuarí”.

En Tucumán, agrega Mitre, “volvió a emprender este trabajo, con el objeto de darlo a la prensa”. Así realizó, “bajo la tienda militar y en vísperas de una gran batalla, la obra emprendida ocho años antes bajo el sistema colonial, cuando la idea de la revolución aún no había germinado en su cabeza”.

En la posta de Alurralde, el 2 de febrero de 1813, fechó la breve introducción que abre su versión castellana de la célebre “Washington’s Farewell Address”. La cerró con estas líneas: “Suplico al Gobierno y a mis conciudadanos y a cuantos piensen en la felicidad de la América, que no separen de sí este librito, que lo lean, lo estudien, lo mediten, y se propongan imitar a ese grande hombre, para que se logre el fin a que aspiramos, de constituirnos en nación libre e independiente”.

Añade Mitre que “así se preparaba a abrir su nueva campaña, este héroe de la escuela de Washington, que es, de todos los revolucionarios de la América del Sur, el que más se ha acercado a tan sublime modelo”.