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TRANCAS VIEJO. La histórica capilla de esa población, que es hoy monumento histórico nacional, en una acuarela de Gustavo Ribero.

Proyecto de impuesto para costear la guerra.


La sesión del Congreso de las Provincias Unidas del 19 de abril de 1816 reavivó los problemas de la elección de diputados por Tucumán. Se leyó una presentación del alcalde pedáneo, del párroco y de algunos vecinos de Las Trancas. No querían congregarse nuevamente para nombrar el elector que les correspondía. Los incomodaban estas “reuniones continuas”, y les parecía suficiente el poder que habían conferido al anterior elector.

El Congreso no aceptó el criterio. Acordó dirigirse al Gobierno de la Provincia, para que “les hiciera entender el sumo desagrado con que había sido mirada su extemporánea representación”. Debían llevar “a debido efecto la resolución del Soberano Congreso sobre la materia”.

Tomó entonces la palabra el presidente, doctor Pedro Medrano. Dijo que no había recursos para costear el viático del diputado Miguel del Corro, comisionado para mediar en el conflicto de Santa Fe. Habló luego el diputado secretario, doctor Mariano Serrano. En una enérgica exposición, sostuvo que era necesario imponer una contribución para sustentar los heroicos esfuerzos que hacían los pueblos interiores en la lucha contra los realistas. Era necesario, opinaba, darles “un apoyo sólido, un auxilio inmediato y poderoso”, destinado a obtener “gentes, armas y municiones”.

Según “El Redactor” su moción fue apoyada por muchos diputados, “en especial por los señores Malabia y Rivera”. Hubo “varias pequeñas discusiones”, tras las cuales Serrano pidió una “sesión secreta dirigida a promover el mismo objeto”, razón por la cual se ordenó despejar la barra de la sesión.