Imagen destacada
PEDRO ALURRALDE. En 1900, sentado al extremo derecho, con varios políticos tucumanos.

En 1906 se propuso cambiarles el nombre.


Como se sabe, el ex presidente Carlos Pellegrini murió en Buenos Aires el 17 de julio de 1906. Tres meses más tarde, en sesión del 11 de octubre de la Cámara de Senadores de Tucumán, don Pedro Alurralde proyectó cambiar el nombre de dos departamentos de la provincia. Propuso que Trancas se llamase “Nicolás Avellaneda” y que Cruz Alta se denominara “Carlos Pellegrini”.

Destacó largamente los méritos de Avellaneda como estadista, como parlamentario y como hombre de letras. Pasó luego a Carlos Pellegrini, cuya muerte, dijo, “ha dejado silenciosa y solitaria la banca que ocupaba en la Cámara de Diputados de la Nación”. Afirmó luego que Tucumán estaba “doblemente obligada a rendir un tributo a la memoria de Pellegrini”. Este había sido, desde 1875, un gran defensor de las industrias nacionales, “de las que la azucarera es el renglón más importante”. Recordó que Pellegrini, con Vicente Fidel López, Delfín Gallo, Pedro Goyena, Luis Lagos García, Aristóbulo del Valle y otros, “inició la política económica que nos ha puesto en camino de bastarnos a nosotros mismos como nación soberana”.

Recordó que “en el período más agudo de la crisis por la que atravesó nuestra industria madre, puso en juego todas las energías de su alma y la alta autoridad que todos le reconocían en la materia, para salvarla de la catástrofe que la amenazaba. Y el departamento de Cruz Alta, que es la región azucarera más importante de la provincia, es el que debe llevar el nombre de Carlos Pellegrini”.

Entendía que perpetuar nombres ilustres “es hacer un acto de justicia póstuma, probando así que es inexacta la desfalleciente y escéptica afirmación de que las repúblicas son ingratas con sus buenos servidores”. El proyecto fue aprobado, pero no llegó a ser convertido en ley.