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PÍO TRISTÁN. Retrato del jefe realista, con su escudo de armas, en el retrato al óleo que se conserva en Arequipa. LA GACETA / ARCHIVO

Triste carta del 20 de febrero a Goyeneche.


El 20 de febrero de 1813, el ejército patriota de Manuel Belgrano batió al realista de Pío Tristán. Esa noche, el jefe derrotado escribió a su primo y jefe, el general José Manuel de Goyeneche. La misiva es inédita, consta en los papeles del virrey Abascal del Archivo de Indias, y debo su copia a la doctora Olga Fernández Latour.

“Mi general, mi hermano y amigo: Cinco noches sin dormir, tres vivaqueando con agua, y una acción perdida después de mil riesgos, considera cuál estaré. Mil veces he sentido no haber perecido, cuando tuve que defenderme con sable en mano de entre los enemigos, pues me es más sensible darte estos pesares y noticias que el dejar de existir”, decía.

“Los enemigos se situaron entre el camino de Jujuy y de esta al 16 (sic) por una marcha forzada desde Lagunillas al punto de Castañares, una y media legua de aquí: desde entonces hemos estado en correrías hasta el día de hoy en que te aviso de oficio lo sucedido; si sobrevivo te daré parte más circunstanciado desde Jujuy, para donde procuraré salir de aquí pasado mañana”.

Seguía: “Atribuye nuestra pérdida a los ignorantes jefes y malos oficiales, y toma sobre esto tus medidas. Jamás tendré el dolor de no haber servido con el mayor empeño, y si soy tan desgraciado que no he podido llenar mis deseos, después de un Consejo de Guerra que espero, pasaré al rincón de una soledad que semejantes vicisitudes me había hecho apetecer. Mi alma y mi cuerpo están malos: apenas si existo”.

En los párrafos finales daba algunas noticias de compañeros prisioneros. “Yo creo que la pérdida de una y otra parte ha sido terrible”, comentaba. Se despedía: “Adiós mi José Manuel, que ya será siempre desgraciado tu: Pío Tristán”.