
Primera diputación del tucumano Delfín Gallo
Corría julio de 1871, cuando Paul Groussac llegó a Tucumán. El presidente Nicolás Avellaneda lo había designado profesor en nuestro Colegio Nacional. A esta actividad, Groussac sumó rápidamente la del periodismo, como lo narra en su libro “Los que pasaban”.
Recuerda que, “desde diciembre del 71 y por ofrecimiento del nuevo gobernador don Federico Helguera”, tomó a su cargo “la dirección y redacción del periódico oficial -el único, por otra parte, existente en la provincia-, al que bauticé ‘La Unión’, no recuerdo si bajo la impresión de la reciente elección, casi unánime, o en previsión de la vida fugaz que esperaba a mi hoja”.
En efecto, narra, aquel periódico “sólo vivió algunos meses; pero le bastó el trecho cortísimo para realizar la hazaña de ganar, contra el gobierno, una elección de diputado al Congreso”. Se detiene en el asunto. Hasta febrero de 1872, el único candidato a esa banca era el doctor Uladislao Frías, ex gobernador “y conocidamente persona grata” al actual.
Pero Helguera, a quien Groussac califica como “uno de los caracteres más rectos y virtuosos que he conocido”, había declarado, al asumir el mando, “que su gobierno no coartaría en lo más mínimo la libertad del sufragio”. Y como es esos días llegó a Tucumán el joven doctor Delfín Gallo, “lo proclamamos candidato de la juventud, escudados en la prometida prescindencia del Gobierno, y con tanta razón que le ganamos la partida”.
El imprevisto triunfo tuvo repercusiones. Renunció el ministro de Gobierno, don Sixto Terán, y “La Unión” debió cancelar su breve vida. Anota Groussac que “a esta calaverada debió Delfín Gallo su primera entrada en el parlamento”.