Se insistía en centralizar aquí los festejos
Paulino Rodríguez Marquina, periodista español afincado en nuestro medio, donde lo destacó su tarea de estadígrafo, encabezó el reclamo de Tucumán (infructuoso, por la muerte del presidente Roque Saenz Peña) de que se centralizaran aquí los festejos del Centenario de la Independencia, en 1916.
Así lo subraya una carta inédita de don Pedro Alurralde, sin fecha, pero posiblemente datada en 1915. Rodríguez Marquina acababa de disertar sobre el tema en la Sociedad Sarmiento y, entusiasmado, don Pedro procedía a felicitarlo. Lo consideraba “el primero que se ha hecho oír desde la tribuna de nuestro primer centro intelectual, para campear por los fueros de esta tierra”.
Tierra negada, decía, “por los provincianos aporteñados, dispuestos siempre a desconocer a las provincias para rendir homenaje a la suntuosidad metropolitana, que los deslumbra y enceguece”. Alurralde lo invitaba a insistir, hasta “conseguir ser escuchado por los llamados a resolver este gran pleito, en que está tan interesado el patriotismo, amparado por la verdad histórica y por los más sagrados intereses de la República”.
A su juicio, “sería una vergüenza que, después de haber usted demostrado la necesidad de que la opinión se preocupe por este asunto”, al final “las cosas queden y se produzcan conforme lo tiene proyectado la Comisión Nacional”. Si “hay dinero para despilfarros y prodigalidades” en Buenos Aires, “¿por qué no lo ha de haber para Tucumán, que con legítimo derecho pretende recordar la grandiosa obra del Congreso de 1816?”.