Una comisión para Alejandro Heredia
En 1816, el sargento mayor José Caparroz fue enviado por el Directorio, desde Buenos Aires a La Rioja, para cumplir tareas de reclutamiento. Caparroz, español adherido a la causa de Mayo, era un veterano militar. Había peleado en las invasiones inglesas, en el sitio de Montevideo y en la toma de Martín García, ganando merecidamente ascensos y condecoraciones.
Sucedió que en La Rioja, al frente de una reducida tropa, el 15 de abril de 1816 se alzó contra las autoridades: depuso al gobernador Ramón Brizuela y Doria y lo reemplazó por Domingo Villafañe.
En la sesión del 23 de abril de 1816, el Congreso de las Provincias Unidas se enteró de este suceso. El diputado por La Rioja, Pedro Ignacio de Castro Barro, denunció el “escandaloso movimiento”. Pidió que ante semejante hecho, que “atropellaba los respetos del Congreso Nacional”, se adoptaran las providencias necesarias.
El cuerpo, según la crónica de “El Redactor”, después de “serias discusiones” sobre el significado del alzamiento y las “consecuencias funestas que serían el resultado, si no se castigaba con rigor”, resolvió intervenir. Designó por unanimidad al teniente coronel Alejandro Heredia, quien debía trasladarse a La Rioja y obrar allí de acuerdo a las instrucciones que se le impartieran. Se encargó la confección de ellas a una comisión que integraban los diputados Antonio Sáenz, Juan Martín de Pueyrredón y Tomás Godoy Cruz.
Luego de acordada la medida, el Congreso resolvió nombrar una comisión de nueve diputados, para que proyectaran el reglamento que enmarcaría las atribuciones del futuro Director Supremo.