Según la carta de su vencedor Javier López.
Entre la banda del río Lules, Malvinas y San Pablo, el coronel Bernabé Aráoz libró su último combate contra el coronel Javier López, el 24 de agosto de 1823. El vencedor López lo narró en carta a su hermano. Decía que “el 24, a las once y media del día, conseguí sobre los tiranos de mi pueblo, un triunfo que, puedo decirte con probabilidad, ha asegurado la futura suerte de él. Sabiendo el 23 que había montado dos cañones en el Río Seco don Bernabé, tuve a bien salirle al encuentro”.
Esa tarde, “acampé en El Rincón y mis partidas observadoras me dieron parte de que se hallaba en Río Colorado. En la madrugada del 24, se dejó ver con toda su fuerza en esta banda del Río de los Lules, marchando por la costa del cerro, como para San Pablo, en cuyas inmediaciones hizo alto, viendo que yo lo provocaba a un rompimiento. Formó sus líneas y yo a distancia ya de cuatro cuadras, hice avanzar mis tropas marchando en columnas y sin hacer un tiro, a pesar de que él me cañoneaba sin intermisión: así avancé más de una cuadra y entonces mandando desplegar en batalla, rompí el fuego de mi artillería; pelearon aquellos como desesperados, pero al fin tuvieron que ceder a la bravura de mis compañeros, y volvieron caras en dispersión, tomando unos la costa Sur y otro la del Norte, dejando en el campo de batalla los 2 cañones que traían, 40 y tantos muertos (sin contar con los que murieron en el alcance y persecución que se les hizo), como 60 prisioneros, inclusive los heridos que se tomaron, que son 16”.
Agregaba que por su parte, sólo tuvo “4 soldados heridos, ninguno de riesgo, y los oficiales don Mariano Porcel y don Solano Etarro, que lo están gravemente. Don Bernabé se me escapó por no haber entrado en la acción: tengo una fuerza respetable en el Río Seco que ataja aún el intento de tratar de reunirse; otra he mandado a Las Trancas, en seguimiento y persecución de los que tomaron hacia el Norte”.