Conferido al tucumano Domingo García en 1783.
Es sabido que, durante la colonia, la Universidad de Chuquisaca era la más famosa de América. Allí se graduaron varios grandes argentinos. Es interesante rescatar los párrafos centrales de uno de los diplomas de Chuquisaca, redactado a pluma y en latín. En este caso, el del prócer tucumano doctor Domingo García, tomado de LA GACETA del 21 de agosto de 1925, edición donde se publicaron el facsímil del título y su traducción castellana.
En la parte superior del diploma estaba dibujada una cruz, y debajo la leyenda “En el nombre de Dios, amén”. Expresaba que el rector de la casa hacía saber, para que conste, “que en esta Universidad, el año del Señor de 1783, a 7 de agosto y siendo las nueve antes del medio día”, el Canciller de la Universidad “confirió, después del grado de Licenciado, el otro de Doctor en la sagrada facultad de Derecho Canónico, a Don Domingo García”.
A ese efecto, le impuso “en la parte superior de la cabeza el birrete con borla y flecos colgantes de color verde, previa la solicitud del mismo y después de unos rigurosos exámenes públicos y privados por parte de los Doctores examinadores, en los cuales fue aprobado”.
Antes, “según es costumbre en esta Universidad y está mandado por Bulas Apostólicas”, el Canciller pronunció la oración que prometía pureza de conducta y fidelidad a la Iglesia y a los reyes. Y además, propuesta “una cuestión difícil sobre Derecho Canónico por el Doctor Decano y Padrino don Juan de Castro, y expuestas y aprobadas todas las opiniones sobre dicha cuestión, dio al que iba a ser laureado el ósculo en señal de hermandad y le entregó un libro como símbolo de la facultad de enseñar en público, y un anillo de oro, símbolo de sus desposorios con la Sabiduría”.