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Lo dijo Silvano Bores, en julio de 1893.
En 1916, en el Centenario de la Independencia, el Gobierno de Tucumán editó varios folletos con viejos textos referidos al histórico suceso. Entre ellos, estaba el discurso que pronunció Silvano Bores en la velada del 10 de julio de 1893, con motivo de la primera peregrinación patriótica de los universitarios a Tucumán. Pensamos que tiene interés el breve escrito que precedía al folleto de referencia.
Narraba que en 1893, don Silvano Bores -gran orador y ex gobernador de la Provincia- fue invitado a hablar en esa velada y que “por diversas circunstancias, no pudo preparar su discurso sino a última hora. Fue, por tanto, una improvisación. El éxito que alcanzó ante la entusiasta asamblea fue grande. La oración bien lo valía, como que, a pesar de ser de circunstancias, no ha perdido con el tiempo el encanto de su elocuencia”.
Sucedió que “momentos después de pronunciada y bajo la impresión del triunfo, un joven estudiante que lo felicitaba calurosamente, recibió como obsequio del orador el original del discurso, que quedó así entregado a su cuidado. No fue posible en aquella ocasión dar a la brillante pieza la publicidad que merecía”. La editó años después, en una colección, la Sociedad Sarmiento, pero “con algunos errores”.
Agregaba que “el estudiante de entonces, que anotó cuidadosamente las impresiones del auditorio pocos momentos después de producidas, ha entregado a la Comisión del Centenario el original de la preciosa reliquia, para que sea impreso en la oportunidad de esa conmemoración”. Terminaba: “Y tan fausta oportunidad no puede ser mejor elegida para tan alta oratoria”.