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EDUARDO SCHIAFFINO. Uno de los críticos de arte con mayor prestigio en las primeras décadas del siglo XX.

Las siempre adversas críticas de Schiaffino.


Eduardo Schiaffino (1858-1935) fue uno de los más influyentes críticos de arte en la Argentina de su tiempo. En ese carácter, sería un duro adversario de la escultora tucumana Lola Mora, a lo largo de toda su carrera. Así lo narra en “Lola Mora. El poder del mármol”, la estudiosa Patricia Corsani.

Apunta que Schiaffino profundizó su animadversión por la escultora con los años. No era el único. “A sus antiguas y siempre vigentes disputas con Lola Mora, se sumaron comentarios de algunos artistas, como Rogelio Yrurtia. Este último, protegido de Schiaffino y representante de la nueva generación de escultores, enunciaba, desde París, conceptos hacia Lola Mora que bordeaban la falta de respeto”.

A su vez, Ernesto de la Cárcova, presidente de la Academia de Bellas Artes, animaba proyectos sobre coherencia en la estética urbana y fortalecimiento del contralor de la Comisión Municipal, “en respuesta a algunas decisiones unilaterales de la escultora -apoyada por la prensa- sobre emplazamiento de sus monumentos”. Así, Lola Mora “confrontó con el fuerte rol institucional y de gestión de Schiaffino, el opositor más duro y constante a su trabajo y a su modo de actuar. Seguramente, para él, cometía ‘excesos’: tuvo voz, apoyo estatal, manejaba información que pocos tenían, tomaba decisiones. Todas estas particularidades rompían con los límites culturalmente impuestos a la mujer en la época, y mucho más si se trataba de una artista ‘novata’. Schiaffino la consideraba una indomable y era intolerante con ella”.

Era, “en definitiva, una mujer expuesta en un mundo que marcaba diferencias. Se la miraba, analizaba y juzgaba, muchas veces dejando en evidencia los prejuicios de una sociedad no preparada para comprenderla. Trabajaba con hombres, tanto los que la ayudaban en el trabajo con el mármol, como también aquellos que posaban como modelos”.