El que “siempre sueña y siempre canta”
Es conocido que el gran poeta altoperuano Ricardo Jaimes Freyre (1868-1933), vivió y enseñó en Tucumán durante dos décadas. En octubre de 1912, la revista porteña “Fray Mocho” dedicó una nota a tres intelectuales de la ciudad. Entre ellos estaba Jaimes Freyre.
Decía el periodista que la figura del poeta se destacaba “en las tardes calientes de Tucumán, cuando el sol se acerca a la muerte y la retreta provinciana se inicia en la plaza al compás de valses y habaneras”. Se lo veía entonces entre los caminantes del paseo, “con su chambergo ancho, su melena rizada, la cabeza altiva y el bastón”, circulando “con paso reposado y continente de hidalgo”. Germán García Hamilton afirmaba que “es el poeta de aquí: siempre sueña y siempre canta”.
Estaba escribiendo un libro de poemas, otro sobre técnica de la versificación y escudriñaba a la vez los documentos históricos del Archivo. “Enseña literatura en el Colegio Nacional, preside fiestas y torneos artísticos y señala siempre rutas de idealismo”. Todavía se recordaba la “Revista de Letras y Ciencias Sociales”, que dirigía y que “adquirió fama fuera del país”.
Para el periodista, era un “lírico a la antigua”, que “vive en los recuerdos de antaño”. Por eso, “huye hacia los alrededores de la ciudad para admirar las pocas rejas arqueadas, salientes y de friso colonial que restan. Recita al Arcipreste de Hita con mayor preferencia que a Verlaine y habla de sus viajes a Toledo y a Burgos alzando la cabeza, requintándose el chambergo y amagando una imaginaria tizona. Hidalgo y poeta siempre, siempre tranquilo y triste”.