
Gestión, por medio de un tercero, en 1857
Los archivos oficiales están llenos de cartas de recomendación o pedidos de favores de las más diversas épocas: la gente solicitaba a los gobiernos puestos de trabajo, ayudas económicas y similares. A veces, los pedidos se hacían por interpósita persona.
En Tucumán, en 1857, gobernaba el general Anselmo Rojo. Uno de los vecinos, don Pedro Patricio de Zavalía, dirigió, el 29 de agosto, una carta a su sobrina Brígida Zavalía, esposa del doctor Uladislao Frías, ministro de Gobierno por entonces. El texto es bastante original, y lo conserva la señora Raquel Estrada de Ezcurra, descendiente de la familia Ovando-Frías.
“El deseo de hacer bien hace que me dirija a vos, para que tu también tengas parte en una buena obra. La portadora es una pobre infeliz madre de seis hijos chicos. Tiene elevada al Gobierno una solicitud pidiendo gracias con justicia, solicitud dirigida por consejo y de acuerdo con el Exmo. Señor Gobernador Rojo, que además le concedió espontáneamente la gracia de hacer uso del papel común”. Hay que recordar que, en esa época, todo pedido debía confeccionarse en papel sellado.
Seguía la carta. “Mas como el gobernador propietario se ha ausentado sin despachar a esa pobre, y ha recaído interinamente en tu marido el Gobierno de la Provincia, me atrevo a esperar de ti que te empeñarás a fin de que tenga buen despacho mi protegida; recordando a tu marido aquel consejo del caballero manchego a su escudero cuando fue al Gobierno: ‘Mira, Sancho, cuando hayas de doblar la vara de la Justicia, sea siempre del lado de la misericordia’. Espero, pues, que harás este servicio a tu tío”.