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CESÁREO NIÑO. Benefactor de Cafayate, fue propietario por un tiempo de una estancia en Tafí del Valle. LA GACETA / ARCHIVO

Cesáreo Niño fue dueño de “los Cuartos”


Entre tanta imagen antigua que he ido atesorando (obsequiadas, encontradas, compradas) con los años, encuentro la copia de una amarillenta “carte de visite” con el retrato de Cesáreo Niño.

Aparece sentado, con la pierna cruzada, en ese sillón de brazos con flecos que era de rigor en las casas de fotografía de la época. Lleva calzada la galera y usa corbata de moño. El rostro, enmarcado por grandes patillas que se unen al bigote, mira con cierta sonrisa a la cámara. Calculo que es un retrato de la década de 1870.

El retratado merece un recuerdo, por su vinculación con Tucumán. Fue un tiempo propietario de la actual estancia de “Los Cuartos”, de Tafí del Valle. Ese importante campo (propiedad inicial del doctor Fernando S. de Zavalía), junto con el Potrero de la Angostura (del doctor Agustín Justo de la Vega), habían sido comprados por el doctor Benjamín Zorrilla. Este los vendió a Cesáreo Niño, en 1876.

La viuda de Niño lo transfirió en 1889 a Clodomiro Villagrán. Después de pasar, por sucesivas ventas, a manos de Jacobo Peñalba, de Ciro Anzoátegui y nuevamente de Peñalba, doña Lidia Zavaleta de Chenaut compró, en 1894, la estancia que hoy es propiedad de sus descendientes.

Don Cesáreo, nacido en 1826, fue coronel de las milicias salteñas y jefe político del departamento San Carlos, en 1859. Se casó con doña Carmen Quintana y Frías, hija del coronel José Gabino de la Quintana. El matrimonio, que residía en la “sala” de su finca cafayateña “La Banda”, figura entre los benefactores de esa localidad, por sus generosas donaciones y sus obras de beneficio público. Cesáreo Niño murió en 1888. En Tafí del Valle, lo recuerdan sus iniciales “CN”, en una de las marcas de “Los Cuartos”.