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La variedad de recursos utilizados de 1934.


En la campaña electoral por la gobernación de Tucumán en 1934 competían la Unión Cívica Radical contra la Concordancia. Los primeros, divididos, llevaban como candidatos a los doctores Miguel Campero y Eudoro Aráoz, mientras los segundos postulaban al ingeniero José Padilla. En su biografía de este último, Elena Perilli de Colombres Garmendia narra algunas curiosidades de la propaganda proselitista.

El candidato Campero, dice, “empleó la radio para difundir su mensaje, LUT Tucumán Broadcasting. Además poseían, los ‘camperistas’, un avión que descendía en los distintos puntos del interior y repartía volantes, trasladaba los candidatos, etcétera”. Además, se “realizó una extraordinaria campaña gráfica, con pegatina de carteles y afiches que empapelaron la ciudad”, no sin que a veces se crearan situaciones de violencia. Por ejemplo, el 10 de octubre, resultó muerto un “camperista”, en Lules, durante un choque de manifestantes.

El candidato Aráoz hizo filmar distintos momentos de su campaña, y con esas imágenes se confeccionó “una película que se proyectaba en las poblaciones, despertando gran interés”. Por su parte, los candidatos de la Concordancia “recorrían la provincia en caravanas de automóviles, que en alguna ocasión se engrosaban con jinetes”. También implementó “conferencias relámpago”, en las calles y a cualquier hora.

La historiadora marca, como novedad, la llegada del “camión luminoso”. LA GACETA lo describía como “un vehículo montado con todos los elementos que la técnica moderna permite, con un funcionamiento múltiple; lo mismo proyecta películas cinematográficas en un amplio telón anexo, como también retransmite al público, mediante un poderoso amplificador, los discursos y toda clase de propaganda que desde su interior se realice”.