Proyecto de ley de 1915 que no se sancionó.
Un “edificio de baños fríos y calientes” en la ciudad, fue el proyecto que elevó a la Legislatura el gobernador Ernesto Padilla, el 5 de noviembre de 1915. El mensaje subrayaba su necesidad. Decía que a pesar de contar la ciudad con agua corriente, había quienes no disponían de esa comodidad en los domicilios. E inclusive los que la tenían, no podían disfrutar los baños, por “la sensible disminución de las vertientes que abastecen las aguas corrientes”.
La casa proyectada no tendría ese problema, porque para su dotación de líquido estaban previstos pozos semisurgentes. Destacaba que requerían también este servicio los turistas. En suma, era “una necesidad de orden edilicio”, ya satisfecha en Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Mendoza.
El edificio, proyecto del director de Obras Públicas, ingeniero Alejandro Uslenghi, comprendía una gran pileta de natación central; una sección de baños para mujeres y otra para hombres, de 6 cuartos cada una, y una sección de duchas. En el subsuelo, se ubicaban la sala de maquinarias, un “cuarto de desinfección” con lavandería, y otro para planchado. El local y sus jardines ocuparían una superficie de 1.389,30 metros cuadrados. El ingeniero Uslenghi sugería emplazarlo en la entonces plaza Umberto I, es decir parte de la hoy plaza Irigoyen y el actual edificio de Tribunales.
El proyecto nunca llegó a convertirse en ley. En 1916, el Gobierno editó, como número 6 del “Boletín de la Casa de Gobierno”, un grueso folleto con documentación técnica y planos desplegables, titulado “Proyecto para un edificio de baños fríos y calientes en la ciudad de Tucumán”. Ilustraba la tapa una vista del flamante Gimnasio “Sáenz Peña”. Al pie, una leyenda decía que ese establecimiento, “que dispone de pileta de natación y baños, ha sustituido en parte el proyecto no sancionado del Poder Ejecutivo”.