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Fernández de la Cruz, oficial de Belgrano.


Un militar de distinguida actuación en el Ejército del Norte, que revistó largos años en Tucumán, fue Francisco Fernández de la Cruz. Era un porteño, nacido en 1779, graduado de piloto en la Escuela de Náutica de Buenos Aires en 1799. Sirvió destacadamente en las invasiones inglesas y en la Defensa. Lo singularizó su valor en las acciones libradas cerca del convento de Santo Domingo.

Fernández de la Cruz se adhirió de inmediato a la Revolución de Mayo de 1810 y se enroló en las fuerzas patriotas. Estuvo primero en la tropa sitiadora de la plaza de Montevideo, y luchó en el primer combate del Cerrito. Luego se incorporó al Ejército del Norte, que mandaba el general Manuel Belgrano. Ejerció un tiempo la vicegobernación de Tucumán y más tarde fue designado gobernador de Salta, primero como delegado y después en propiedad, desde el 20 de octubre de 1813. Cuando San Martín reemplazó a Belgrano en el comando, designó a Fernández de la Cruz como su segundo jefe, ya con grado de coronel.

Siguió en la fuerza durante la jefatura del general José Rondeau: actuó en el ataque al Puesto del Marqués, dirigiendo a los patriotas, y estuvo también en la derrota de Sipe Sipe. En 1817, el Directorio lo ascendió a coronel mayor. En 1819, por renuncia de Belgrano, el coronel Fernández de la Cruz quedó al frente del Ejército del Norte. Debió dejar el mando al ocurrir la sublevación de Arequito y la posterior disolución de la fuerza. Luego, tuvo altos cargos en el gobierno central, entre la administración de general Martín Rodríguez y la presidencia de Bernardino Rivadavia: fue ministro de Guerra y Marina y también, por un tiempo, de Relaciones Exteriores. Murió en Buenos Aires el 23 de abril de 1835, con grado de brigadier general.