Zavalía opinó que debían ser obligatorias
El 5 de septiembre de 1868, el Senado Nacional trató un proyecto de ley que autorizaba al presidente de la República, durante el primer trienio de su mandato, a visitar todas las provincias, “a fin de conocer sus necesidades especiales y los medios de llenarlas”.
El senador por Tucumán doctor Salustiano Zavalía apoyó la iniciativa. Argumentó que el jefe del PE, por la Constitución, debe “proveer el adelanto moral y material para los pueblos”, lo que le hacía necesario conocer personalmente las provincias. Se trabó un debate. Tadeo Rojo (San Juan) se opuso. Dijo que era el Congreso el encargado de las necesidades del país y eran sus legisladores “el órgano legítimo para representarlas”. Zavalía recordó que el PE tiene iniciativa en la sanción de las leyes, por lo que convenía “que adquiera ese conocimiento directamente”. Martín Piñero (Córdoba), también en contra, sostuvo que el proyecto sería adecuado para “una república unitaria”; pero que, en un país federal, “no se concibe al presidente viajando por los estados que tienen existencia y soberanía propias”.
Zavalía lamentó que se tratara de ridiculizar el proyecto sin argumentos, y sólo porque era nuevo. “Yo digo que sería mucho mejor que el presidente, estudiando con más atención cada uno de los pueblos, les dedicara más tiempo, a fin de hacer su felicidad; que no esté siempre ocupado, o de los negocios generales, o de las relaciones exteriores, defecto en que estamos acostumbrados a incurrir”. Añadió que si bien es rol del Congreso promover el adelanto de los pueblos por medio de leyes, “también es verdad que el Poder Ejecutivo contribuye a la formación de las leyes y de todo lo que pueda contribuir a remediar las necesidades del país. En este sentido, se expresa la atribución cuarta del artículo 89 de la Constitución”. El proyecto, finalmente, no se sancionó.